viernes, noviembre 03, 2006




EL AÑO VIEJO

El viejo va... libando,
ofreciendo sueños se siente amo.
Rechazando respetos, quién sabe,
por amores ilusos, dañinos.

¡Es perverso el olvido!
¡es perverso estar solo!.

Yo lo miro y me lamento:
Dios, mi Dios,
¡Cuánto el hombre se ha acabado!.
Las lanchas están viejas,
los barcos y los muelles roídos por el tiempo.

El viejo pasa,
mirando todo,
añorando sueños,
añorando musas.

Acaso Dios aún podemos,
darte este barro
ya viejo, ya muerto...

Las lanchas ya se van,
los pelícanos sólo miran,´
apenas se mueven
cansados de volar.

Señor,
se nuestro alfarero,
de este barro viejo,
¡haznos barro nuevo!.
("Versos para madurar y quien tiene oídos que...", 2009)