domingo, octubre 10, 2010



Madre Tierra
(A Moquegua)

Con eterno sol engalanados
esos cerros escarpados
de la tierra moqueguana
como terrones de azúcar
dulce madre grata.

Ese alfajor de penco
y la palta nata
y ese Cerro Baúl majestuoso
entre Yacango y Tumilaca,
hacen que venga a darte con mis versos,
esta dulce serenata.

Por ese calor tan tuyo
en los inviernos fríos
de mi puerto querido huyo
hacia ti, bienhechora generosa,
allí respiro tu aire y tu paz.

Por toda esa gran bondad
mil veces abrazarte quisiera
si entre mis brazos pudiera
coger tu inmensidad.

Gracias Moquegua por ser
nuestra Madre tierra.


(de Versos para madurar y quien tiene oídos que... 2009)



Ilusión

Quisiera amanecer contigo
hasta que el sol floresca
y luego seguirte viendo
hasta que el sol termine abatido
por las sombras de la noche fresca

y aún escucharte y sentirte cerca
de mi aliento y el tuyo
en suave mezcla
acariciando el aire

Quisiera amanecer contigo;
pero sin tí amanesco,
luego de la ausente despedida
y el deseo profundo
que el instante hermoso
perdure una eternidad.
(De versos para madurar y quien tiene oídos que... 2009)


NADIE ESCUCHA

Todos quieren
ser escuchados
y nadie te escucha a ti;
regresas al sueño
desalentado.
Versos para madurar y quien tiene oídos que...

Mi Padre


Yo no recuerdo mi primer llanto
pero él estaba allí cuando nací
como por encanto, como el sol
como un Dios.

En mi dulce infancia
lo he visto gozar de mi existencia
sufrir en silencio al verme triste
gozar de mis victorias
sin decir nada
con el orgullo vivo en la mirada.

Mi Padre, el "Papá Justo"
está tan vivo en mis afectos
y aún cuando se vaya
será eterno como el Himalaya
como el sol, como Dios.
(Versos para madurar y quien tiene oídos que...)